Preparación

Nuestra decisión de danzar es darnos un sí a nosotras mismas, para ofrendar y nutrir

ese llamado del corazón hacia nuestra evolución espiritual y para sembrar con
nuestra presencia, la semilla de amor y armonía sobre esta bella tierra que nos

permite estar vivas.

Recorrer el camino anterior a la danza nos invita a impulsar nuestro propósito, nuestro

rezo, nuestro sueño y todo lo que queremos plasmar en la realidad, a través de
acciones concretas y fundamentales para un bonito fluir en nuestro proceso.
Aquí estamos juntas para recorrer este sendero rojo brillante del corazón, aquí
estamos para aprender de la danza de la luna, para recibir sus bendiciones y sus

susurros que nos guiarán en nuestra danza de vida!

Danzando a la sombra y a la luz de la luna, se revela nuestra virtud

natural, para sembrar nuestros talentos en la realidad!